Llegaste, te asomaste, me viste, y te quedaste. Si, el Diablo vino de nuevo.
Maldito demonio... creí que no te volvería a ver. No admitiré haber estado desprevenida en un intento por presumir inocencia. Los colores oscuros resaltan lo que poco necesita ser resaltado en él, y su cabello se torna oscuro de igual manera. Sus ojos son incisivos lo cual ya no me causa mayor incomodidad. Platicamos un poco sobre lo habitual, y mi cansancio me obliga a decirle que debo ir a la cama, a descansar, a evadirme de lo posible. Un pequeño estirón de mi cuerpo adormecido me hace más visible ante sus ojos. Su cuerpo, aunque inhumano, responde. Y yo respondo. En segundos, el cansancio que sentía se vuelve una ilusión... no se ha ido, sigue ahí, pero ahora no me importa. Tus ojos se ven tristes, cansados, fue lo único que acerté a decir y asintió. No me gusta verte así, pero sé que pasará en algún momento. El mundo físico nos quería llevar a desprendernos de él, pero nuestro ser inmaterial nos llevó a permanecer juntos padeciendo la agonía, la que poco tiempo se mantuvo a nuestro lado, y en un instante quedó en el olvido. Poco a poco noté como sus ropas iban cayendo una a una, y su cuerpo solo por un instante corto sintió frío, pues habíamos ya empezado a crear una atmósfera más cálida, más húmeda. En esta ocasión pude observarle mejor y perder menos detalle; como consecuencia pude empapar más mis sentidos con él, y logré en un punto desbordarlos. No estoy aquí para hablar en detalle de lo sucedido, no... dentro de todo espero dejar algo a la imaginación. Me parece que este ha sido por mucho uno de los encuentros más cercanos que hemos tenido, a pesar de que siempre estás circundando alrededor de mí, sin alejarte demasiado. Pero fueron sus palabras las que me dejaron sin aliento. En la otra ocasión me habló poco, pero fue suficiente para dejar claras sus pretenciones, y la semilla de la incertidumbre quedó sembrada en mí. Ahora supe a bien sus deseos, me los hizo saber desde un inicio. Había una negativa explicita que me hacía envolverlo más y más, hasta que sucedió. Me habló. I would love to be like that, with my hands on your back... thrusting forward... nibbling your ear, the back of your neck... whispering in your ear what a good girl you're... like a little sex kitten... En ese momento tuvo real conciencia de quien era yo, quien se escondía detrás del nombre con el que suelo firmar... little masochists, usually have sadistic masters... I'll mark your skin with my teeth and my hands, so everyone knows who do you belong to. Estaba perpleja, solo contesté they know already. A partir de este punto nos dirigimos hacia el final siguiendo una sola linea, muy delgada, pero plagada de momentos extraños y atesorables. Lo disfruté más de lo que debo admitir... dijo en medio de ese agotamiento que regresó. Así no quedaba más que despedirnos. Poco faltaba para que la luz del día saliera, y yo necesitaba dormir. El proceso se había invertido. No había estropeado nada, no habían quedado escenas sin continuación debido a mi despertar. Ahora estaba lista, después de haber vivido un sueño, para dormir, descansar, y no olvidar.
Little Masochist.
Pd. Tijuana es un terroncito esperando por la lluvia para convertirse en lodo... Un chorro de agua y está lista para mostrarse al mundo tal cual es: una chica vulnerable.
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